Luego de que Ecuador y Haití fueron identificados como parte de los 20 países con mayor riesgo de intensificación de las crisis humanitarias, según el reporte 2024 Emergency Watchlist, el International Rescue Committee (IRC) advirtió durante una sesión informativa virtual que sus efectos se sentirán en toda la región de América Latina y el Caribe.

Múltiples factores (desde la intensificación de la violencia, los efectos del cambio climático, el aumento de la pobreza y las crecientes tasas de hambre) deteriorarán las condiciones de vida de millones de personas en Ecuador y Haití, obligando potencialmente a miles a buscar seguridad en otros lugares. De hecho, en octubre de 2023, al menos 50.000 personas ecuatorianas y 41.000 haitianas habían cruzado el Tapón del Darién, lo que supone un aumento de casi 75 % y 85 % en comparación con los registros de 2022, respectivamente.

Julio Rank Wright, vicepresidente regional para América Latina en el IRC dijo:

Las crisis de Haití y Ecuador están creando un efecto dominó en toda la región. Sin embargo, a medida que los conflictos se intensifican en todo el mundo, otras prioridades desvían la atención. No obstante, estos países no son los únicos lugares que afrontan riesgos: muchas familias de toda América Latina y el Caribe se enfrentan cada día a amenazas a su seguridad y luchan por cubrir sus necesidades más básicas. 

A medida que las crisis se agravan, surgen dificultades para proporcionar asistencia. Existen brechas en el apoyo y los recursos asignados por la comunidad internacional, con Planes de Respuesta Humanitaria históricamente insuficientemente financiados o inexistentes para ciertos países. Hacemos un llamado a los líderes mundiales para que inviertan con firmeza en la ayuda humanitaria y al desarrollo en América Latina y el Caribe, dando prioridad a la colaboración que conduzca a compromisos concretos de financiación y a una respuesta armonizada.

El análisis del IRC identificó varias tendencias clave que se observan en todos los países de la Watchlist y que es crucial abordar en el próximo año. En primer lugar, los conflictos armados y el cambio climático convergen cada vez más en los mismos lugares y al mismo tiempo. En segundo lugar, los conflictos son cada vez más complejos e internacionalizados. Además, las respuestas humanitarias están cediendo bajo el peso de las limitaciones de acceso, recursos y políticas. Según el reporte 2024 Emergency Watchlist del IRC, Ecuador y Haití se enfrentarán a retos como:

El incremento en la violencia que desencadenará desplazamientos forzosos

El conflicto entre las fuerzas gubernamentales y los grupos criminales de México, Colombia y Europa se está intensificando en Ecuador, que ya va camino de tener una de las tasas de homicidio más altas del mundo. Entre 2020 y 2022, los homicidios aumentaron un 245 %, y durante el primer semestre de 2023 el país experimentó un incremento del 75 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. El miedo a la violencia ha llevado a miles de personas ecuatorianas a marcharse, principalmente a Estados Unidos, donde los datos del gobierno indican que los encuentros en la frontera con México han aumentado desde junio de 2023.

La debilidad de la gobernanza, la corrupción y unas fuerzas policiales desbordadas han permitido a las bandas expandir su dominio en Haití, donde ya controlan el 80 % de la capital, Puerto Príncipe. En septiembre de 2023 ya se habían producido 5.600 incidentes relacionados con las bandas y los enfrentamientos activos en zonas que requieren asistencia siguen impidiendo la entrega de ayuda y suponen un riesgo para los trabajadores humanitarios.

El cambio climático, que intensificará las necesidades

Se prevé que El Niño provoque precipitaciones superiores a la media en 2024, exponiendo al 50 % de la población de Ecuador que vive en zonas inundables al riesgo de que se interrumpan sus medios de subsistencia, se produzcan desplazamientos y aumente la propagación de enfermedades. Además, las regiones occidentales con mayor riesgo debido a El Niño también acogen a las mayores poblaciones de personas venezolanas, que suelen tener menos acceso a servicios y empleo que les ayudarían a resistir nuevos choques. 

La producción agrícola nacional de Haití es cada vez más impredecible debido a los desastres relacionados con el clima y a las temperaturas superiores a la media durante las temporadas de producción. Los graves terremotos y tormentas tropicales de los últimos años han provocado desplazamientos de población y perturbado las actividades generadoras de ingresos, reduciendo aún más el poder adquisitivo y el acceso a los alimentos.

Una inseguridad alimentaria que se agravará

Las inundaciones en las regiones oriental y meridional de Ecuador pueden erosionar tierras agrícolas ya degradadas por la reciente sequía, lo que aumentará la inseguridad alimentaria hasta 2024. Más del 20 % de los niños menores de 2 años sufren desnutrición crónica, la segunda tasa más alta de todos los países de América Latina y el Caribe.

Aunque la inflación ha disminuido ligeramente, la violencia y los impactos climáticos han perturbado los medios de subsistencia y la actividad del mercado en Haití. La depreciación de la gourde haitiana ha mermado la capacidad del gobierno para pagar las importaciones, elevando el costo de los alimentos en un país donde el 90 % de la población vive en la pobreza y el 44 % experimenta ya niveles de inseguridad alimentaria equivalentes a categoría de crisis o peores (CIF 3+).

Descargue el reporte 2024 Emergency Watchlist 2024 (en inglés)

La respuesta del IRC

El IRC está operando en toda América Latina: respondiendo a las necesidades de las personas venezolanas en Colombia, Ecuador y Perú, así como a través de socios locales en Venezuela; apoyando a las personas en riesgo de violencia y desplazamiento en el norte de América Central; y proveyendo ayuda a lo largo de los principales corredores de desplazamiento en México. En diciembre de 2022, el IRC lanzó una respuesta a través de donaciones de emergencia y apoyo a largo plazo a organizaciones aliadas haitianas que trabajan en Puerto Príncipe.