El Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés) responde a la publicación de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección al margen de la Novena Cumbre de las Américas, e insta a los líderes de los estados signatarios a fortalecer sus compromisos para desarrollar una política verdaderamente armonizada y coordinada en respuesta a las crisis humanitarias y de desplazamiento en América Latina.

Julio Rank Wright, Director Regional Adjunto para América Latina en el IRC dijo:

Recibimos con beneplácito las intenciones de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, incluida la voluntad de fomentar un enfoque regional y hemisférico, así como el énfasis en la responsabilidad compartida, la colaboración con la sociedad civil y el establecimiento de mecanismos de apoyo financiero para apoyar a las personas en movimiento en las Américas.

La protección de las personas refugiadas, migrantes, solicitantes de asilo y desplazadas internas sigue siendo nuestra máxima prioridad. A pesar de los compromisos positivos descritos en la Declaración, el IRC sigue preocupado por su implementación. El éxito de la Declaración dependerá por completo de la implementación concertada de protecciones gubernamentales en toda la región que tengan en cuenta las necesidades de quienes corren mayor riesgo de sufrir daños, incluyendo mujeres, niños y niñas, grupos indígenas y miembros de la comunidad LGBTQI+. En particular, nos preocupa la promoción de cualquier mecanismo regional que pueda disuadir a las personas migrantes y refugiadas de buscar protección a través de mecanismos formales, obligándolas a tomar caminos irregulares. En cambio, se debe reforzar que buscar asilo es un derecho legal en las Américas y recomendamos que esta Declaración se utilice como un punto de encuentro para fortalecer los mecanismos de protección en todo el hemisferio y reforzar el principio de no-devolución.

Los compromisos tangibles de los países signatarios hoy son loables, en particular los acuerdos bilaterales para brindar protección y vías legales a las personas en movimiento en la región, además del compromiso de los EE. UU. de proporcionar recursos adicionales al Mecanismo Global de Financiamiento Concesional. Sin embargo, no está claro cómo se monitorearán y evaluarán estos compromisos. Sin financiamiento a largo plazo y voluntad política para proteger a quienes se desplazan en la región, el IRC teme que las intenciones de la Declaración fracasen y dejen atrás a millones de personas en movimiento en las Américas.

Ahora que la Cumbre de las Américas ha llegado a su fin, pedimos a los líderes mundiales que tomen esto como un punto de partida y continúen trabajando para desarrollar una respuesta regional armonizada. Se requieren soluciones duraderas que aborden las causas raíz de la migración, así como las necesidades más urgentes de las personas en los lugares de origen, tránsito y destino para enfrentar las crisis humanitarias que afectan a millones en y desde Venezuela, el norte de Centroamérica, Haití o México.

En un informe de políticas publicado recientemente, el IRC describió un amplio conjunto de recomendaciones que los gobiernos, las instituciones multilaterales y los actores de la sociedad civil deben tener en cuenta a medida que se negocian arreglos y acuerdos individuales después de la Cumbre de las Américas. El IRC recomienda que:

  1. Los donantes y los estados anfitriones acuerdan compromisos concretos sobre financiamiento, así como responsabilidad compartida y un marco para la armonización de políticas.
  2. Las instituciones financieras internacionales incorporen las lecciones aprendidas de iniciativas compactas financiadas y apoyadas multilateralmente en emergencias humanitarias y de protección en todo el mundo en las respuestas en América Latina.
  3. Donantes además de Estados Unidos, como la Comisión Europea, Alemania, España, Suecia, el Reino Unido o Japón, se comprometan a repensar el enfoque de una respuesta humanitaria en América Latina.

Descarga el informe de políticas completo (en inglés): 

Una respuesta fracturada: recomendaciones de políticas para fortalecer la colaboración regional sobre migración en las Américas